Información Médica
Actividad Física

¿CUANDO SE CONSIDERA QUE UNA PERSONA ES SEDENTARIA?

Efectos negativos del sedentarismo

Investigadores de la Universidad de Brunel en Londres y estudios realizados en Australia en más de 8000 personas estudiadas se encontró que las alteraciones en los lípidos y riesgos cardiovasculares eran similares entre los obesos y los delgados que no hacen ejercicio.

El sedentarismo como único factor de riesgo aumenta 300% la posibilidad de un accidente cardiovascular, 160% la posibilidad de desarrollar diabetes mellitus, 70% la posibilidad del cáncer de colon y 60% la posibilidad de cáncer de mama. Observando también, que los niños con sedentarismo se vuelven susceptibles a desarrollar enfermedades crónicas de los adultos como hipertensión, diabetes, dislipidemias, hígado graso entre otras.

Datos referidos al Reino Unido sugieren que, por término medio, en la actualidad se dedican 26 horas a la semana a ver la televisión, mientras que en la década de 1960 se situaban en 13 horas. Molnar D, Livingstone B. Physical activity in relation to overweight and obesity in children and adolescent. Euro J Pediatr. 2000; 159 (supl1), ps: 45-55.



Al principio no notan el deterioro porque los efectos son en el mediano y largo plazo, pero el sedentarismo afecta el aparato locomotor, el sistema cardiovascular, el aparato respiratorio, el sistema nervioso central, con afectación psicológica y en la calidad de vida, perdiendo la capacidad del organismo a responder a sobreesfuerzos que pueden requerirse en un estimulo repentino de peligro u otra situación apremiante de la vida.
El ciclo negativo inicia con la atrofia muscular y falta de fuerza muscular que se produce al dejar de realizar actividad física rutinaria, al ir aumentando este deterioro, aumenta la sensación de cansancio ante cualquier esfuerzo y por lo tanto aumenta la flojera y el rechazo al ejercicio, y de no vencerse con fuerza de voluntad ese rechazo al ejercicio, la atrofia muscular aumenta generando el circulo vicioso, de más atrofia y más rechazo al ejercicio.
Además de la disminución de la masa muscular hay atrofia de tendones y ligamentos, se pierde flexibilidad y agilidad, la fibras musculares pierden capacidad de soportar extensiones y fácilmente se producen lesiones, contracturas musculares aún con esfuerzos menores. Incrementa la posibilidad de dolor lumbar o cervical por problemas de fortalecimiento y coordinación de los músculos de la espalda, del abdomen y paravertebrales que mantienen alineados los huesos de la columna y dan protección de los discos intervertebrales. Se favorece también la mala higiene postural y las consecuencias de la misma.
La falta de actividad física hace que los huesos se debiliten por desmineralización y predispongan para la osteoporosis.

La rapidez con que se produce la atrofia muscular y la desmineralización ósea es directamente proporcional a la severidad del sedentarismo, se ha visto que en personas con padecimientos que requieren de reposo absoluto rápidamente empiezan a presentar cambios tróficos, por lo que las tendencias actuales en los hospitalizados es intentar la movilización lo más tempranamente posible.

El ciclo negativo se ve agravado por las alteraciones en otros aparatos y sistemas, a nivel respiratorio disminuye la capacidad para el intercambio gaseoso y por lo tanto la capacidad aeróbica.

A nivel cardiovascular el sedentarismo en general provoca una deficiente circulación sanguínea en todos los tejidos, disminuye la red de arterias y venas que nutren al musculo cardiaco, disminuye el volumen sanguíneo expulsado durante la sístole y en general el volumen cardiaco, aumenta la frecuencia cardiaca en reposo y ante esfuerzos aunque estos sean leves.

Los problemas circulatorios se manifiestan principalmente en los miembros inferiores los cuales frecuentemente se hinchan y dan sensación de pesantes o franco dolor.

A nivel endócrino, con la falta de actividad física disminuye el metabolismo basal, por lo tanto la capacidad para utilizar el contenido energético de lo alimentos, almacenándolos en forma de grasa.

Disminuyen los niveles de las hormonas secretadas durante el ejercicio; Serotonina, Endorfinas, Dopamina y Adrenalina, las cuales están relacionadas con situaciones de placer y para sustituir su producción mediante el ejercicio, las producen ingiriendo alimentos de antojo y eso contribuye a aumentar de peso y a agravar el problema del sedentarismo.

La diminución de la utilización de la energía que consumimos con los alimentos por la falta de ejercicio, hace que las células estén sometidas a estímulos constantes de niveles elevados de glucosa, y para mantener los niveles dentro de lo normal, se requiere la liberación de mayor cantidad de insulina, condicionando el desarrollo de la resistencia a la insulina por parte de las células musculares, requiriendo cada vez de mayor secreción de insulina para poder mantener en limites normales el nivel de glucosa, dando como consecuencia, elevados niveles séricos de insulina, que a su vez, tienen una serie de efectos nocivos sobre el funcionamiento del organismo que se manifiestan principalmente por hipertensión y trastornos en el metabolismo de lo lípidos.

Los trastornos de los lípidos mas observados en personas sedentarias son disminución del HDL (Colesterol bueno) y elevación de los triglicéridos independientemente si tienen o no sobrepeso.


Dos horas diarias de ver televisión aumentan el riesgo de obesidad en un 23% y de diabetes en un 14%.
Se considera que la falta de actividad física es un factor de riesgo de enfermedad coronaria, incluso mayor que la Dislipidemia y la Hipertensión arterial, apenas superado por el tabaquismo.
Compartir este contenido en redes sociales



¿NO ESTAS REGISTRADO?
Registrate y recibirás contenido de mayor importacia para tu salud, consejos y opiniones de especialistas.
QUIERO REGISTRARME