La diabetes mellitus es una enfermedad crónica caracterizada por un desorden metabólico de múltiples causas, debido a una alteración en la secreción de insulina y/o en la acción de esta hormona que se expresa con elevación crónica de la glucosa (azúcar) en la sangre. Es progresiva y requiere un abordaje precoz con objetivos de control definidos los cuales bien controlados presenta una baja incidencia de complicaciones y la calidad de vida resulta poco afectada.
Se estima que hay más de 6.9 millones de mexicanos que viven con la enfermedad, se duplicó el número de pacientes del 2000 al 2012, constituyendo ya una verdadera epidemia.La prevalencia de acuerdo a ENSANUT del 2012 es de 9.2% entre los
adultos de entre 20 y 79 años, diagnosticándose cada vez a edades más tempranas.
Los cambios de estilo de vida y la epidemia de obesidad han impactado para que la enfermedad ahora afecte también a niños y adolescentes.
La diabetes se acompaña de otras enfermedades que también aumentan el riesgo de complicaciones cardiovasculares, como la hipertensión arterial, aumento de las grasas (colesterol y triglicéridos) y obesidad (sobre todo aumento de la cintura).
Es muy importante el diagnóstico y abordaje terapéutico precoz para evitar o retrasar las complicaciones, sin embargo aún existe un diagnóstico tardío de la enfermedad. Se estima que aproximadamente 40% de las personas con diabetes desconoce el diagnóstico debido a sus características asintomáticas durante los primeros años.
“Urge estudiar a la población con factores de riesgo y proporcionarle un abordaje terapéutico integral”
Este tipo de diabetes se desencadena cuando una “reacción autoinmune” destruye las células beta del páncreas. Reacción autoinmune significa que el organismo crea anticuerpos contra sus propias células. Como resultado, el páncreas deja de producir insulina, o no puede producir la suficiente por sí mismo. El tratamiento consiste en inyecciones diarias de insulina, junto con una alimentación saludable y actividad física regular.
Suele iniciarse en la infancia-adolescencia, aunque puede aparecer a cualquier edad.
Acostumbra presentarse de forma brusca: sed intensa, aumento de la cantidad de orina, cansancio, pérdida de peso a pesar de comer mucho.
Este tipo de diabetes es el más común entre los diabéticos ya que representa el 90% de casos de esta enfermedad.
En este tipo, el páncreas de las personas puede todavía elaborar su propia insulina, pero el organismo no la utiliza con efectividad. Muchas personas manejan esta diabetes simplemente siguiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio físico. En individuos con sobrepeso, mejora en función de la pérdida de peso, dieta saludable y actividad física. Al progresar la enfermedad, puede ser que algunas personas tengan que tomar medicación oral o inyecciones de insulina. El tipo 2 es más común que el tipo 1.
Aunque se desconocen las causas de la diabetes tipo 2, hay ciertos factores de riesgo que pueden predisponer a algunas personas. La diabetes tipo 2 comprende varios trastornos que tienen diferentes causas y grados de severidad. Es el tipo de diabetes más común.
Generalmente no da molestias los primeros años y suele pasar desapercibida, por ello la importancia e realizarse chequeos de manera periódica.
Suelen existir otros casos en la familia.
Se debe a la insuficiente producción de insulina junto con un aprovechamiento inadecuado de ésta.
Con frecuencia se acompaña de aumento de la presión arterial y del colesterol y obesidad
Se presenta durante el embarazo, por lo general, después de que han pasado 20 semanas de gestación. Lo bueno es que este tipo de diabetes desaparece generalmente después de haber dado a luz, lo malo es que las mujeres que la han padecido tienen más predisposición de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro, por lo que deben hacer cambios en su estilo de vida que prevengan la enfermedad.