Dos organizaciones mundiales (Organización Mundial de la Salud y Sociedad Internacional de Hipertensión Arterial) coinciden dada la evidencia científica que el ejercicio físico es muy útil en el tratamiento y prevención de la hipertensión.
El ejercicio físico tiene un efecto moderado sobre la tensión arterial (TA) pero, combinado con una dieta saludable tienen un impacto notable en la misma. Aunque el beneficio del ejercicio por si solo sea reducido en la tensión arterial, la práctica de ejercicio de manera constante sí tiene un impacto en la prevención de accidentes cerebro-vasculares e infartos al miocardio.
Los beneficios que puedes sentir al realizarlo son:
• Ayuda a la disminución y mantenimiento del peso corporal
• Ayuda a tu corazón a que funcione mejor
• Te libera de la ansiedad, depresión y estrés por que incrementa la producción de dopamina y endorfinas
• Reduce los niveles de colesterol y triglicéridos
• Te sentirás más activo y sano
• Tendrás un sueño más reparador
Se recomiendan los ejercicios de tipo aeróbico, como caminata, trote, correr, bicicleta, natación, bailar con una duración de 30 – 45 min, 5 días a la semana.
Es importante que sepas que la práctica de ejercicio físico aeróbico debe recomendarse a todos los pacientes hipertensos. La cantidad y el tipo de ejercicio deben ser individualizados para cada paciente, teniendo en cuenta la edad, el entrenamiento previo y las preferencias de la práctica deportiva.
No es recomendable el ejercicio físico de tipo isométrico como el levantamiento de pesas, y en pacientes con hipertensión no controlada, antes de iniciar un programa de ejercicio intenso, lo primordial es un descenso en la presión con tratamiento antihipertensivo.